Modelos de vida saludables que incluyan actividad física, bienestar mental y participación social son claves para favorecer el envejecimiento activo.

  • Practicar ejercicio a diario permite conservar un buen estado de salud y aporta grandes beneficios tanto a nivel físico como mental. Las personas mayores deben alejarse del sedentarismo y practicar ejercicios adecuados a su condición física (paseos, excursiones, baile, estiramientos, etc.). La actividad física fomenta la coordinación y, por tanto, disminuye el riesgo de caídas, permite reducir el estrés y estimula las capacidades cognitivas.
  • Las actividades para mantener la mente activa, como ejercicios de memoria, estimulación lingüística, acertijos u otros juegos, evitan el deterioro cognitivo. Ayudan a que el cerebro se ejercite y se mantenga en buen estado durante más tiempo.
  • Mantener buenas relaciones con familiares, amigos o vecinos es muy importante en las personas mayores, ya que garantiza su bienestar y les genera sentimientos de confianza, seguridad, empatía y autoestima.

Tanto familiares como cuidadores deben tratar de estimular al mayor para ofrecer un cuidado de calidad y potenciar su autonomía y bienestar.

Las residencias de ancianos y centros de día cuentan con programas específicos que promueven el envejecimiento activo. Fomentan las relaciones intergeneracionales, los valores de convivencia y la actividad física. Promueven el desarrollo cognitivo y emocional, generan ambientes de ocio y potencian la autonomía.

La función de acompañamiento, cuidado y motivación, que realizan los equipos interdisciplinares de los centros para mayores, impulsa el envejecimiento activo y, por tanto, el bienestar físico y mental de las personas mayores.

Desde Vidallar ofrecemos a las familias asesoramiento para la búsqueda de la residencia o centro de día que mejor se adapte a las necesidades de su ser querido. Centros residenciales que fomentan la participación del mayor, potencian su capacidad de decisión e incentivan su autonomía.