Son muchas las residencias y centros de día que están impulsando terapias alternativas, como la musicoterapia, por sus efectos beneficiosos en la transformación de la conducta humana. Fomenta y facilita la comunicación, la interacción, el aprendizaje y la expresión, etc. Y, de velan este modo, velar por el bienestar de la persona, además de satisfacer sus necesidades. Es por ello, que la musicoterapia, se considera una de las terapias más creativas, dentro del ámbito no verbal.
Además, cabe destacar la importancia de la musicoterapia para realizar transformaciones en la conducta humana, independientemente del colectivo y del contexto. La música es una experiencia sensorial que puede activar todas las áreas cerebrales simultáneamente. Por lo tanto, es útil en terapia porque dispara el funcionamiento del cerebro en el sentido emocional, cognitivo y físico.
En cuanto al ámbito físico, como es evidente, se trabaja el movimiento, la musicoterapeuta procura que todos los residentes hagan ejercicios donde muevan las extremidades superiores. Sin embargo, en el ámbito en el que se ven más mejoras es en el emocional. Sólo en el hecho de relacionarse con los demás, de quitarse la vergüenza y de aflorar la creatividad, se observa un cambio en su estado de ánimo y aumenta su autoestima al sentirse útiles y valorados. Por otra parte, es una actividad que disminuye la ansiedad, ya que con la misma se desprende serotonina que es un neurotransmisor que regula los estados de ánimos.
Actualmente se está investigando y se están utilizando técnicas clínicas de musicoterapia neurológica para aplicarlas en el tratamiento de grupos de pacientes con diferentes enfermedades: Parkinson, Huntington, Alzheimer, autismo, traumatismo cerebral, apoplejía, etc.
En las personas con Parkinson, el trabajo con patrones rítmicos regulares y constantes permite mejorar las funciones motoras, ya que el ritmo actúa como un estabilizador externo que hace que el cerebro pueda controlar el movimiento.
En las personas mayores con demencia, por ejemplo, la musicoterapia permite mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
En las fases leves y moderadas de la demencia, la música puede contribuir a preservar las capacidades cognitivas y funcionales (lenguaje, atención, memoria), retrasando la dependencia.
En las fases moderadas y avanzadas, la música permite a la persona desviar el foco de atención de los estímulos que no es capaz de interpretar hacia un estímulo que tiene sentido y, por tanto, ejerce un efecto calmante en casos de ansiedad. De este modo, la música ayuda a reducir algunos síntomas conductuales de la demencia, como la agresividad física y verbal o el deses de deambular.
En un estadio avanzado de la demencia, aunque la persona ha perdido la capacidad de procesar el lenguaje, mantiene la capacidad de procesar la música y, así, la música se convierte en una vía importantísima para conectarse con la propia identidad, para comunicarse con el entorno y sus cuidadores. Activa la memoria biográfica, las emociones asociadas a la música y facilita la colaboración en las actividades básicas como la alimentación o la higiene.
Las sesiones de musicoterapia en los centros geriátricos La Vostra Llar son esperadas con gran ilusión por parte de los residentes y nos permiten vivir y compartir momentos mágicos.
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