Las actividades de la vida diaria (AVD) tienen un papel fundamental para el automantenimiento y la participación familiar y social de las personas mayores.

La terapia ocupacional en el ámbito de la geriatría se encarga de analizar, evaluar y adaptar las actividades de la vida diaria para facilitar la autonomía de las personas. Las actividades que se realizan de manera cotidiana son una herramienta fundamental para la salud de nuestros mayores e incrementan su calidad de vida (alimentarse, vestirse, mantener una higiene personal, relacionarse, mantenimiento del hogar, etc.).

El terapeuta ocupacional, en función de la valoración de las capacidades físicas, mentales y sociales de la persona mayor, decide en qué tipo de actividades de la vida diaria debe trabajar. Trabaja con la persona de manera individual, adaptándose a sus capacidades, con el fin de mantener, mejorar o prevenir la pérdida de la autonomía funcional.

Además, el terapeuta ocupacional se encarga de promover la estimulación cognitiva de la persona mayor con la que trabaja para mejorar la atención, la memoria y las habilidades sociales.